
El río y la flor
Un río corre y se lo escucha cantar, lo dejamos susurrarnos al oído, lo dejamos que nos ame.
Un río crece como crece el vientre de una flor y lo ilumina todo con el brillo de sus pétalos, crece, crece hasta estallar, el río y la flor como maridos se dejan penetrar.
Crece el río, crece la flor y nada más maravilloso se ve desde las piedras.
Nos dejamos deslumbrar y somos tan diáfanos a la belleza, nos dejamos atravesar y nuestro pecho se repleta, se repleta de esa flor, se repleta de aquel río, que se tocan y también se gritan y se mueven allí dentro.
Cuando el río baja, decrece, deja de correr, se ve el tallo de aquella flor, más largo de lo que uno creía, tan lejos de la tierra está aquel vientre recubierto de pétalos. Ella lo ve calmo a su río, lamiéndole los pies, él ya no corre y ella ya no lucha contra la corriente, las piedras lloran, ¿quién lo iba a creer?
4 comentarios:
Me encanta este cuadro, la fuerza de lo débil compitiendo con la debilidad de lo fuerte. Tiene un equilibrio que me parece muy atractivo.
Ey! Ya sé que todavía no lo pagué pero por lo menos pongan
"R E S E R V A D O"
Nairim
¡Què miran locooo...!
¿Nunca vieron un cuadro reservado??????
yata! V E N D I D O
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