12.11.07

El encierro del río (vendido)


El encierro del río

Entre paredes de piedras opresoras un río creció e intentó fluir, se intentó liberar, intentó salir de ese encierro. Esquiva, se choca, traspasa todas las piedras que el ponen, corre por su camino, sabe que gota tras gota que avanza es un paso más hacia aquella cascada, esa que compone el hermoso paraíso, sabe también que verdaderamente el paraíso no existe, ni atrás ni adelante, ni de donde viene ni a donde va, pero sabe que la existencia de los ríos se basa en correr día y noche, en renovarse con las tormentas que fueron y con las que vendrán, alimentarse de estas y hacerse más fuerte y así poder correr más, nunca estar quieto, eso debe lograr. Las montañas melancólicas, lo miran pasar, saben que cada segundo que lo miran están viendo algo distinto, el rió está en constante crecimiento, en constante movimiento, mucho le falta andar, será rodeado por otras montañas, más adelante, y otras piedras lo recibirán, porque el día que nada de esto pase aquel río morirá, porque de la tempestad nace, y hacia la tempestad va, sin ella que nada se espere de aquel río

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es mioooooooooooooooo.

Padre (p)

Anónimo dijo...

Muy profunda reflección y dolorosa verdad de la vida..me agrada la fortaleza que inspira, algo inevitable